Castell de Vilafortuny

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Un poco de historia

El castell de Vilafortuny, situado junto al vecindario de Vilafortuny al término municipal de Cambrils, es un edificio de carácter defensivo y militar del que los orígenes se remontan en el siglo XII. Se han encontrado varios restos de los Cosetanos que habitaron en la comarca donde actualmente hay el castillo. Era el núcleo señorial de una antigua población que creció alrededor formado por varios cortijos.

Descripción

El castillo está situado dentro del núcleo de la villa de principios del siglo XII, que pertenecía a la señoría de Guillem de Fortuny. Con el paso del tiempo ha estado muy restaurado y se han conservado pocos elementos de la época medieval. Es de base rectangular con dos plantas, tiene un patio interior con una pequeña capilla con campanario de espadaña. El tejado es de dos vertientes. Las fachadas, recubiertas de cemento, fueron repicadas por los actuales propietarios y ahora se observa la piedra original del edificio. Presenta dos cuerpos anejas y una torre de planta cuadrada coronada con almenas. Hay ventanas con dinteles de época medieval, con arabescos y arcos conopiales.

Recientemente, al 2019, se ha descubierto que el castillo está edificado sobre la parte más elevada de una pequeña ciudad de la tribu ibérica de los Cosetanos. Parte de los restos tienen que ser todavía investigada arqueológicamente hablando, puesto que los indicios apunta de la existencia de una población protegida por murallas, que habría sido posiblemente afectada durante la segunda guerra púnica.

El año 1152 el conde Ramon Berenguer IV Vilafortuny sale mencionado por primera vez en la carta de población de Cambrils, donde se menciona que se había adjudicado a Guillem de Fortuny, y es citado de nuevo como límite con Cambrils al 1178. El 1154 Guillem Fortuny declaraba que solo reconocía como señor al conde de Barcelona, y que no obedecería a ninguno de los otros señores. El 1194 la iglesia de Vilafortuny ya daba servicio en la población.

El enero de 1220 sus propietarios, Bernat de Benaiges y su mujer María, decidieron entrar en la vida monástica, él a Santes Creus y ella en Vallbona de les monges, y cada uno aportó al respectivo monasterio 1.000 sueldos destinados al Castell de Vilafortuny, e hicieron otras donaciones al arzobispo de Tarragona. El 1292 el rey Jaime II permutó todos los derechos y diezmos que tenía a Vialfortuny con el arzobispo a cambio de otros derechos de Mont-roig y Alcover, pero en diciembre de 1391 el arzobispo Ènnec de Vallterra compró al rey todos los derechos que aquel tenía sobre Vilafortuny. El 1341 el señor de Vilafortuny era Arnau Roger de Pallars, y fue prevenido por el arzobispo para que estuviera preparado para la guerra de Castilla.

El año 1376, ante Vilafortuny, las tropas reales derrotaron a las del Arzobispo y la ciudad de Tarragona.

Al 1378 había 17 hogares. Vilafortuny, constaba como feudo de Joan de Olzinelles y formaba parte de la Cominidad del Camp de Tarragona. El 1391 el Arzobispo adquiere todos los derechos que sobre Vilafortuny tenía el rey.

Al 1413 Vilafortuny tenía solo 4 hogares, 1 en 1497, 7 en 1515 y 3 en 1553. El lugar se despoblaba y en el 1442, su nuevo señor feudal, Galceran Desprats, obtuvo del consejo tarraconense franquicias para todo el mundo que fuera a repoblar el lugar.

Piratas y corsarios atacaron y asediaron la costa, sobre todo en Salou, Vila-seca y otros lugares durante los siglos XV y XVI y finalmente en julio de 1582 siete galeones sarracenos desembarcan en Vialfortuny y esta vez destruyen el castillo.

La población fue menguando a causa de los ataques de piratas y de las fiebres palúdicas. El 1763 se encontraba deshabitado. Fue comprado por el comerciante reusenc Salvador de March, que lo rehabilitó. En la primera mitad del siglo XIX tenía 40 habitantes y fue incorporado al término de Cambrils.

Después de la época señorial, cuando el castillo pasó en manos privadas, fue propiedad de los descendientes de Salvador de March, Joaquim de Miró y de March y Ferran de Miró y de Ortaffà, y después de la familia Castellarnau de Tarragona, después, pasó en manos de la marquesa de la Mesa de Asta. En esta época el castillo tenía prensa de aceite y de vino, bodega, mina de agua con su balsa, unos grandes corrales de cerdos y pastos para novillos y vacas. Además, el castillo disponía de una capilla donde se celebraba misa cuando venían los amos o cuando había colonias.

Durante la Guerra Civil, el edificio fue asaltado por milicianos republicanos y, posteriormente, se instalaron las Brigadas Internacionales. Los soldados construyeron trincheras de madera con aspilleras por cañones en el pinar de Vilafortuny para defender la costa. Mientras tanto los campesinos de los cortijos del alrededor habían cavado sus propios refugios bajo los cortijos o bajo un algarrobo. Curiosamente el castillo de Vilafortuny no fue nunca bombardeado durante la guerra. Poco antes de que el bando franquista ocupara la comarca, las tropas que se alojaban en el castillo de Vilafortuny huyeron hacia el norte. El día 15 de enero de 1939, los nacionales ocupaban el Camp de Tarragona, y un pequeño grupo de militares se acercó al castillo para anunciar el cambio de régimen.

El castillo está catalogado como Bien Cultural de Interés Local y actualmente acoge un establecimiento de hostelería dedicado a la celebración de bodas y banquetes.

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